CREE EN LO QUE CREAS

 

Y no es otro que “CREER EN TI” el primer paso para conseguir cualquier meta y la única fórmula secreta a la que el éxito se agarra con fuerza; que pena que algo teóricamente tan sencillo sea el punto más complicado por el que avanzar y la mayor fuente de frustración que encontremos a la hora de dar el paso de proponernos un objetivo.

Somos nosotros mismos lo que nos cerramos una a una todas aquellas puertas que el tiempo va adjudicando delante nuestra como posibles oportunidades para ir evolucionando de forma autónoma y personal en la vida.

Y yo solo veo una explicación a este fracaso fragrante que nos va empobreciendo como personas libres; y digo libres porque solo nosotros somos los encargados de construir nuestro propio futuro, no debemos de depender de nada ni de nadie que nos “facilite” y al mismo tiempo “empobrezca” el camino; y esa explicación solo la veo erradicada por el miedo:

Vivimos a lomos de una inseguridad global que nos impide trotar de forma constante a lo largo de nuestros días.

Nos vemos envueltos en negativas anteriores a esa toma de decisiones que nos limitan la imaginación e incluso la ilusión de la que precedíamos, y es que no hay mayor freno en el mundo que la propia mente del que no cree.

Aquello que vemos como un imposible solo es una abstracta realidad que encontramos dentro de nuestra caja de pensamientos; una inmensa caja, con infinidad de ideas propias o copiadas que muestran nuestra identidad mental y que a fin de cuentas nos conforman como personas. Y es en esa caja donde tenemos que saber movernos, usar la herramienta correcta para poder extraer la idea que realmente nos atrae y ser capaces de llevarla a cabo sin la necesidad de DUDAR de ello.

No tengo del todo claro si es el miedo el que provoca la duda, o es la duda la que desata nuestros miedos y acaba destrozando la idealidad de nuestros proyectos; pero lo que sí se con toda seguridad es que en el momento en el que “duda y miedo” se unen, forman un equipo catastrófico que termina eliminando cualquier indicio de prosperidad en nuestros planes.

Y es justo ahí donde ya tenemos todo perdido. Pero ANTENCIÓN, no tienes porqué preocuparte, estás aquí, sea como sea has acabado leyendo esto, y tengo la solución a ese problema:

Mi padre siempre me decía que todo tiene solución menos la muerte, y este problema no iba a ser menos, nunca es tarde para cambiar esa actitud pasiva y afrontar la vida de forma diferente. Los miedos no son más que nuestra falta de confianza que evoluciona a una falta de auto convencimiento desembocando en el propio miedo.

Mi primer paso para evitar este “problemón” es la ACTITUD ante cualquier situación cotidiana que nos encontremos, el saber sacar una sonrisa y ver la vida como una oportunidad de ser feliz: transmitir felicidad, sin lugar a dudas nos ayudará a recibir ese positivismo de vuelta.

A través de esa actitud, iremos labrando y gestionando un camino con zonas verdes que vayan alegrando momentos puntuales de nuestro día, sin apenas darnos cuenta veremos resultados en nuestro entorno que nos sorprenderán de forma esporádica e iremos ganando confianza a la hora de desenvolvernos.

En segundo lugar, y ya con una confianza básica asentada, nos centraremos en el cumplimiento de objetivos, marcar metas cercanas que nos vayan dando un bienestar personal y global. Llegados a este punto tenemos que andarnos con pies de plomo, y calibrar en todo momento cada objetivo, siendo conscientes del lugar en el que nos encontramos y evitando la quema de etapas, muy popular a la hora de intentar superar una gran caída personal.

Con quema de etapas me vengo a referir a que debemos de disfrutar de cada momento de una forma natural, sin forzar situaciones futuras por el mero hecho de que deban de ser cumplidas ya que estén socialmente aprobadas o porque en nuestra cabeza así se plasmen.

Y todo este proceso no podría ser posible sin apoyos, personas que realmente te aporten una mejora personal y con las que aprendas día a día a avanzar y solidificar aquello que vas construyendo.

Nunca dejes de creer en la gente, es muy común escuchar frases como “todas las mujeres son malas” o “todos los hombres buscan lo mismo” cuando un fracaso llega a raíz de un problema situacional con alguien, pero creo que no debemos de encontrar en la generalización la explicación a hechos puntuales que hayamos vivido.

Cuando dos personas no encajan o acaba desmoronándose aquello que en un día comenzaron a construir, no barajaría como una posibilidad el hecho de que uno de los dos sea el culpable (sea el motivo que sea el detonante). Quizás la problemática viene a raíz de que hayamos puesto excesivas esperanzas en algo que realmente no podría cumplirse, o simplemente idealizamos por encima de nuestras posibilidades personas o hechos que objetivamente no lo son.

A veces nos decepcionamos por personas o situaciones debido al alto nivel de expectativas que nosotros mismos plasmamos en ellas y acabamos con una enorme frustración que siendo realistas podríamos haber evitado.

A modo resumen diría que la vida puede llegar a ser una autentica mierda e incluso un complicado conjunto de situaciones que no sabríamos llegar a afrontar; pero que con una simple cosa, todo puede empezar a cambiar: CREETELO, cree que eres capaz, cree en aquello que haces, en aquello que vas elaborando, en definitiva: ¡CREE EN LO QUE CREAS! Porque no hay nada más real en este mundo que tu propio mundo, tu autentica realidad, aquella que nadie puede cambiar porque solo tú la conoces y que solo tú has vivido, vives y vivirás.