DOLOR INEVITABLE - SUFRIMIENTO MUY EVITABLE


Seguro que en alguna fase de tu vida has tenido que tomar una decisión (en ese momento importante) de una trascendencia absoluta, de esas decisiones que quitan el sueño, que evocan a la desesperación, que no te dejan comer…
Pues bien, la reflexión de hoy nos lleva a esa situación, intentemos simularla en nuestras cabezas, hagamos un trabajo de memoria, ya sea una situación relacionada con la familia, con el trabajo o con tu pareja.

Interioricemos esos momentos de estrés, de agobio, incluso de agotamiento mental y físico que no nos dejan ni pensar con claridad, todo va tomando una forma oscura, que nos lleva a una órbita nublada desembocando en más sufrimiento.

                                 

Y diréis, “menuda forma de empezar una reflexión”, pero creo que es interesante desplazarnos a esa situación, para de la misma forma compensar el enorme placer y alivio que inundará tu cuerpo después de haber tomado la decisión.
Es muy difícil dar el paso en muchas ocasiones, decidirte y empoderarte para poder hacerlo, pero al final compensa, y mucho.

Antes de comenzar a analizar esta frase, diré que fue uno de mis mejores amigos el encargado de introducir esta frase en mi repertorio particular, GRACIAS.
Dicho esto, empezaré a analizar la frase de hoy, como habréis comprobado, la frase se compone de dos partes o mitades, que aun al parecer contradictorias, cuando las matizamos podemos encontrar grandes diferencias.

En primer lugar, comenzaremos con la segunda parte de la frase (dicen que los últimos serán los primeros, así que hagamos del refranero español una oda en este caso), “SUFRIMIENTO MUY EVITABLE” con esto, nos venimos a referir a la enorme inversión de sufrimiento que acarreamos antes de tomar la gran decisión, ese malestar, esa ausencia de sueño, etc; y me gustaría hablar de su posible evitabilidad, ya que somos nosotros los encargados de tomar esa decisión.
Y como sabemos, toda decisión, nos lleva a una consecuencia, y es por ella por la que realmente sufrimos, el cómo reaccionará en mi o en alguien que me importa mi decisión. 

Es justo ahí, donde pasaríamos a la primera parte de la frase, al “DOLOR”, el dolor referido a la consecuencia de la decisión (al cambio producido), algo inevitable: pero es que en una decisión importante siempre, repito, siempre, va a haber consecuencias, tanto positivas como negativas, ese “DOLOR INEVITABLE” del que hablamos y el cual pasaremos, pero finalmente superaremos y por consecuencia aumentará el valor de la decisión.

Por eso, me gustaría animaros a no alargar ese sufrimiento, ese malestar por no saber qué decisión tomar, y hacerlo, TOMAR LA DECISIÓN. Con esto, no quiero avivar el fuego de la decisión en caliente, por supuesto que no, todo ha de ser bien meditado, y sobre todo sopesado, haciendo una introspección completa y teniendo una actitud consecuente. Pero en el momento en el que esa decisión ya está tomada interiormente por ti, actúa, no sigas aumentando la bola de la desesperación, seguro que lo agradeces en un futuro.

Es en el momento en el que lo sueltas, te desahogas, y vuelves a respirar cuando te das cuenta que no merecía la pena seguir sufriendo, la vida es una sucesión de decisiones que tomamos, si por cada una de ellas nos vamos apagando o quemando, acabaremos siendo incapaces de seguir tomando decisiones.

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