ELEGIR SIN NECESITAR
No se trata de actuar de forma mimada y elegir aun pudiendo
no hacerlo debido al bienestar ya adquirido (como podría entreverse
literalmente). Me gustaría en este inicio ir algo más allá, buscar la
figuración de las palabras sin quedarnos en el simple contexto en el que
podemos encontrarnos. Considero este hecho una forma importante de adaptarnos a
los diferentes escenarios que nos iremos encontrando a lo largo de nuestra
vida.
Sería interesante comenzar a entender esta corta pero
intensa frase a través de su análisis conciso, y es aquí donde debemos alejar
nuestro pensamiento de la literalidad de la que antes hablábamos; hay muchas
situaciones a lo largo del desarrollo de una persona en las que se tiene la
obligación de elegir, ya sean situaciones cotidianas que no desembocan en algo
de enorme relevancia, como elegir la ropa al vestirnos por la mañana, o la
calle por la que circulas en dirección al trabajo o zona de estudio (estas
situaciones cotidianas, suelen ser metódicas, con una predeterminación
autónoma, es decir, sin necesidad de premeditación excesiva), también nos
encargamos de decidir aspectos con una relevancia mayor, como son el trabajo
elegido, la carrera estudiada (estas otras suelen marcar aspectos importantes
en el futuro, que pueden desembocar en una situación u otra), y bien todas
ellas conforman la personalidad de un sujeto.
Con ello hago referencia, a que todas nuestras elecciones
nos van dibujando interior y exteriormente de forma que a través de esas
actitudes que hemos ido tomando en cuanto a las posibilidades de las que
disponíamos nos harán convertirnos en unas personas u otras.
Por otro lado, y ya pasando a la segunda parte de nuestra
frase, definamos el término necesitar, dejando de lado a nuestra amiga RAE,
dando una definición “casera” y en función a nuestras experiencias, porque
realmente, ¿te has parado alguna vez durante unos minutos, y te has preguntado
qué necesitas para vivir? Piénsalo, con tranquilidad, tómate esos minutos
ahora.
Basta de intentar llenarnos de basura alrededor que nos
evoque en necesidades innecesarias (ya sean objetos o personas). Somos esclavos
de miles de chorradas que al margen de ayudarnos a ser felices nos arrastran a
una búsqueda de algo que no necesitamos.
Hoy por hoy, necesito respirar, necesito alimentarme y
necesito ser feliz.
El resto de cosas, que alteren esas necesidades me sobran y
hasta me molesta tenerlas cerca.
Por eso, y llegando al fin de este análisis, todo lo que
pueda cruzarse conmigo y me apetezca elegir, lo ELEGIRÉ, la ELEGIRÉ y los ELEGIRÉ,
por supuesto, tengo que elegir y lo haré consecuentemente, pero no porque sean
una necesidad para mí, tomaré todas esas elecciones porque con ellas iré moldeando a mi elección mi vida, reforzando esas verdaderas necesidades.
Me darán un bocanada de aire fresco en esos días grises.
Podrán alimentar mi alma cuando todo se hunda en un
desenfreno temporal.
Y sobre todo, me aportaran una felicidad sobresaliente
cuando los días no comiencen ni con un suficiente.
Que gran reflexión y que gran verdad, siempre hay que elegir lo que te aporta felicidad y dejar de lado lo que te hace mal.
ResponderEliminarPara poder vivir hace falta respirar, comer , y lo más importante nuestra libertad que no nos limiten y prohíban.
Y si elegir sin necesitar, pero si sintiendo con el corazón.
Me ha encantado la frase, "bocanada de aire fresco".
Muy buena reflexión.
La libertad y la autonomía personal siempre presentes, antes incluso de poder elegir algo externo tenemos que elegirnos a nosotros mismo! ¡Muchas gracias por el comentario y por estar aquí!
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