LA POSIBILIDAD DE LO IMPOSIBLE


A lo largo de estos días de confinamiento (al cual a partir de ahora me dirigiré como oportunidad de cambio) me he ido percatando de una serie de cosas o situaciones que me han llegado a marcar de una forma especial y sin lugar a duda me han ayudado a darme cuenta de lo que quiero, de lo que echo en falta e incluso de algo aún más importante, de lo que puedo hacer (y por supuesto, de sus respectivas negaciones, de mayor importancia aun si cabe).

La reflexión de hoy nos lleva a marcar los límites personales de cada uno y a fijar el quién y el cómo los sitúa.

Empezaremos analizando la situación actual a groso modo; todos en casa, con una increíble oportunidad de cambio, subrayada por una infinidad de tiempo aprovechable y en contraposición de un estrés e histeria colectiva con posibilidad de autocontrol.

Vayamos paso a paso: “en casa” lugar que para muchos solo se regía a una especie de Mesón-Hotel al cual se llegaba para comer y dormir. Pues bien, todo cambia de golpe, y esta situación, nos ofrece la posibilidad de enfocar nuestro propio hogar en un lugar de vida. En mi caso particular, he podido comprobar, que tengo innumerables opciones de realizar actividades con algunas adaptaciones en apenas unos metros cuadrados, convertir una sola habitación en biblioteca, gimnasio, zona recreativa y cine, por ejemplo. Con esto conseguimos una inversión espacial y temporal impresionante.

Y con esa temporalidad seguimos, “infinidad de tiempo aprovechable”, aquí me gustaría focalizar sutilmente sobre nuestro refranero popular o más bien, sobre consejos que se transmiten de generación en generación, “EL TIEMPO ES ORO”, “APROVECHA EL TIEMPO QUE SE PIERDE”, etc. Pero de repente, nos encontramos en esta situación, en la que lo que más nos abunda es el tiempo, y ¿qué hacemos ahora con ese tiempo? ¿sabemos usarlo? Sin lugar a duda, socialmente todos sabemos la importancia del tiempo individual para cada uno de nosotros, pero bajo mi humilde opinión, considero que lo que realmente se debería de intentar transmitir y enseñar es a saber invertir el tiempo, da igual si es un hora o un minuto, invertirlo con calidad.

Por otro lado, ese “estrés o histeria colectiva” que inunda las redes sociales, los medios de comunicación…, el miedo a lo desconocido nos evoca aún más al desastre social. Comenzamos de una forma coherente (o al menos algunos intentaban aparentarlo así) pero poco a poco se desbordan las incoherencias, lo que antes era impensable ahora empieza a relucir, y es “normal” teniendo en cuenta que lo cotidiano se ha transformado en invisible y lo habitual en prohibido.

Pero, ¿cómo mezclamos todo este entramado de emociones, actitudes y comportamientos para conseguir un cóctel apetecible y no “Molotov”? Pues bien, yo siempre he sido de la opinión de que en el problema erradica la solución, por lo que intentaré evaluar como encontrar una posible respuesta dentro de este conjunto de situaciones.

Intentemos quedarnos con lo bueno, la vida nos brinda la oportunidad de cambiar nuestro estilo de vida, de adaptarnos a una vida menos social pero a la vez, más social que nunca (menuda contradicción para comenzar con una posible solución pensarás, paciencia que todo tiene su explicación). Buscar de una forma conservadora un estilo de vida limítrofe en cuanto a espacio personal, pero con la finalidad de seguir socialmente unidos durante más tiempo en esto que llamamos vida. Desconozco el tiempo, pero llegará el momento en el que todo esto cambie y podamos volver a lo que antes llamábamos “normalidad”, aunque a nivel personal considero que nunca será igual, ya que como dije al principio esta situación nos está ayudando a aprender y a valorar tiempos, situaciones y momentos.

Con todo ello, (y ya si que me introduzco en nuestra frase de hoy) la solución la encuentro en “POSIBILITAR LO IMPOSIBLE”, nos hemos dado cuenta de que todo lo que antes veríamos como impensable, ahora lo vemos cotidiano (como por ejemplo el no poder salir, el no poder relacionarnos, etc.) llevemos esta situación a nuestro terreno dándole la vuelta, todo esto ha ocurrido por consecuencia nuestra (del ser humano), hemos transformado algo imposible en posible, sigamos en esa senda (pero ya usando la razón) tachemos la palabra imposible de nuestro diccionario y hagamos real todo lo que queremos conseguir, combatamos por nuestros sueños, esforcémonos más que nunca para llegar a conseguir cualquiera de nuestras metas. El ser humano, ya sea para lo bueno o para lo malo es capaz de todo, démonos cuenta de lo que realmente nos importa y luchemos sin tesón por ello.



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