UN ILUSO ILUSIONADO
Que fácil y a la vez complicado puede resultar ilusionarse, esa sensación que te hace invencible, te evoca a luchar por aquello que (ahora sí) tienes claro, y te mueve a hacer cosas que antes serían impensables.
Y digo fácil porque a tod@s nos ha pasado que cuando esa ilusión
inunda nuestro cuerpo todo nos va saliendo solo, vivimos en una nebulosa constituida
por oxigeno y felicidad que al unirse forman una combinación perfecta para dejarnos
llevar hasta donde se pueda.
Pero por otro lado, con complicado me vengo a referir a la
cura de espanto que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años tras falsas
ilusiones y que nos hacen restringir nuestra motivación hasta no tener una consciencia
segura sobre la persona o hecho que nos ilusiona.
Aspecto este último algo irrelevante en muchos de los casos,
ya que cuando de verdad una persona quiere ilusionarse encuentra siempre un
resquicio de positividad a cualquier situación.
También es cierto, que debemos de ser conscientes de lo que
puede acarrear el estar ilusionado por algo o alguien, porque siempre duele el
NO como respuesta, y mucho más cuando la última decisión no depende de ti. Y es
aquí donde me centro en el título de esta publicación “UN ILUSO ILUSIONADO”:
Hoy me toca hablar de mi y no tanto a nivel general, aunque
supongo que es posible que alguien se pueda sentir identificado con algunas de
las situaciones que voy a describir.
Me muevo por la ilusión, soy una persona a la que todo le ilusiona,
y lo que no me ilusiona no lo hago, sin más. Vivo como una peonza que gira por
el impulso motivacional de la vida. También tengo que decir que con “todo me
ilusiona” me vengo a referir a aspectos cotidianos, como son ir a tomar un
helado, dar un paseo, o simplemente ver un capitulo de alguna serie. El problema
llega cuando a niveles amplios y personales cada vez me está costando más ilusionarme,
sin lugar a dudas debido a las malas posibles experiencias que he ido
adquiriendo en mi aun corta vida.
Y es por eso por lo que me refería a un ILUSO, esas ganas de
tener una ilusión por alguien o algo a veces llevan a tomar decisiones equivocadas,
que a toro pasado solo me producen ganas de autolesionarme. Es por esto por lo
que me he aventurado hoy a escribir, quiero intentar transmitir mi enorme deseo
a que te ilusiones, a que veas la vida repleta de ilusión, que cada mañana te
levantes con ganas de ver a esa persona o hacer esa cosa que te motiva y en la
que piensas día a día y noche a noche. Pero que al mismo tiempo intentes ser
cauteloso y firme en cada paso, que nunca dejes de lado tu esencia por esa cosa
o persona y sobre todo que tengas la seguridad de hacer todo por ti y no solo
por lo ilusionante.
Pero que coño… ¡ILUSIONATE! No seas tont@ vive y disfruta del
tú ilusionado. Que bonito resulta estar inmerso en esa sensación donde nada ni
nadie te puede hacer sombra, donde las ideas las tienes bien definidas y sabes hasta
que punto tienes que llegar para conseguir aquello por lo que tu ilusión solo
te deja pensar.
Yo animo siempre a todo el que esté ilusionado y con ganas
de hacer algo, aun siendo el riesgo enorme, porque solo a través de dicha ilusión
conseguimos hacer cosas imposibles. Bajo mi parecer, no hay poder más fuerte
que el tuyo mismo cuando quieres conseguir algo, esa “cabezonería” de la que
muy comúnmente se habla, en casi todos los casos nos trae aspectos positivos a
nuestra vida. Por eso...
¡ILUISIONA E ILUSIONATE NO SEAS ILUSO!
Comentarios
Publicar un comentario