ESTANDO EN CUALQUIER ESTADO

 

La importancia de la palabra “ESTAR” en su infinidad de conjeturas nos va mostrando a lo largo del tiempo la necesidad de valorar cada segundo, detalle o momento que vivimos; porque todo cuenta y todo nos conforma como personas.

Me gustaría hacer una pequeña reflexión acerca de algunas de las posibles facetas que puede tener este verbo tan común.

Y no podría empezar de otra forma que desde la individualidad del término. Porque, aunque a algunos aun les cueste entenderlo, ante todo somos seres individuales, capaces de decidir nuestro futuro de forma autónoma.

Para ello, en primer lugar, debemos de saber ESTAR con nosotros mismos, lo que implica el saber valorarnos, comprendernos y lo más destacado, saber qué queremos y qué no queremos en nuestra vida.

Todo esto solo se puede conseguir estando en soledad con nosotros, valorando cada posibilidad y oportunidad de una forma “egoístamente sana”, es decir, sabiendo elegir lo que más nos convendría en una determinada situación sin tener por qué dañar el bienestar de nuestro entorno. Somos aquello que, tras una serie de decisiones, elegimos ser; por lo que cada ínfima elección cotidiana nos va a identificar como seres individualmente distintos al resto.

Conseguir estar con nosotros nos hará comprender quienes realmente somos, resaltar nuestros objetivos y vivir de la forma en la que queremos vivir, aunque no todo lo que hagamos a lo largo del día sea de nuestra elección. Por supuesto que a veces es de gran importancia el saber adaptarse a una situación “anormal” en el día a día, pero cuando hacemos una valoración conjunta del estilo de vida que seguimos, los parámetros que abarcamos y los limites que vamos marcándonos, debemos de encuadrarnos como los narradores de nuestra historia y llevar la batuta de la melodía que creamos al ritmo de nuestra vida.


Por otro lado, pasamos a tratar un aspecto más social, aunque sin perder la identidad del propio individuo. En este caso, hablamos del saber valorar cuando alguien está, y del mismo modo, el saber ESTAR al lado de alguien en cualquier situación:

En la mayoría de los casos, a la hora de seleccionar el con quien relacionarnos, solemos elegir de forma innata; es decir, sin darnos cuenta vamos ampliando nuestra confianza con esa o esas personas debido a las buenas sensaciones que vamos adquiriendo hasta el punto de guardarlas en nuestra vida cotidiana. Y es con esas personas con las que realmente debemos de saber estar y de valorar que están, porque ambos conceptos, aunque parezcan de una simplicidad abismal, están cogidos con pinzas en nuestra sociedad.

Cada mirada, cada gesto, cada palabra, por mínima que sea, puede generar un interés sobre esas personas de las que estamos rodeados por elección y que sin lugar a duda nos importan. Es en ese momento donde debemos de darnos cuenta que el interés es algo infinitamente valioso, y al mismo tiempo muy difícil de encontrar. Porque interés puede haber en cualquier sitio, por cualquier persona y de gran variedad de formas, pero cuando una persona que consideras querida te brinda con interés desinteresado su tiempo, nada que pueda ofrecerte nadie lejano a tu circulo de confianza tiene tanto valor.

Y llegado a este punto, toca explicar el título de hoy, “Estando en cualquier estado”:

Debemos de ESTAR, miento, ¡tenemos la obligación de ESTAR! De saber estar con nosotros mismos, de valorarnos y de apoyarnos internamente para que todo nuestro “yo” siga a nuestro instinto en cada paso apoyándose de la razón y del corazón.

También tenemos que saber ESTAR en los momentos en los que tus apoyos te demuestren estar, agradeciendo cada momento juntos, ayudando con tu actitud a seguir el camino de la mano y llegando lejos levitando unidos gracias a las alas que compartís.




Y es por eso por lo que hay que estar, Descartes en su día dijo “pienso luego existo” (Cogito ergo sum), yo, más allá de que el pensamiento sea fundamental para existir, afirmaría: “ESTOY LUEGO EXISTO”, soy de los que piensa que somos lo que somos y estamos donde estamos gracias a la unión entre el yo y el entorno que elegimos tener.

 

Por eso, Valorar, Elegir y Saber a donde ir son conceptos que deben de estar bien marcados en nuestra filosofía de vida.


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